jueves, 8 de septiembre de 2011

Nada que no sabías

El libro no es una novela, no es de aforismos, no es de poesía, no son cuentos, no es de filosofía, no es de viajes. No es. Pero sí contiene los géneros anteriores y algunos que aún no fueron etiquetados. Y si algunos de los que menciono no son géneros, no pasa nada, ya que este libro tampoco pertenece a ninguno.

Autor del libro Alex Declercq
Precio: 16€
200 páginas.

Dentro del libro encontrarás:

 Fragmentos: ("Género" narrativa)
La palabra que ganó la presidencia para representar a las otras
es sorda y aprende cuando choca. Los hechos están cansados
de tanto cuento y prefieren tirar los libros al basurero.
La casa de las palabras son los libros pero desde que hay in-
mobiliarias y se negocian los conocimientos, los escribanos
editan que los hechos ya no buscan piso. Nadie le compra a
las palabras y hasta se alquilan amigos. Las avenidas están
vacías y la soledad es un regocijo.
Uso los párrafos como almohadas. Si no dicen nada al me-
nos tendré un sueño vacío. Al despertar tengo que pagarle a
los que actuaron en mi descanso. La inconciencia es un caso
caro. Te cambio mi presencia por un asiento y ayudarte a
poner los peros y por qués en un calendario usado. El día que
te robaron la bicicleta yo no estaba pero pude escuchar las
pedaleadas desde mi casa

 

 (Género Viajes)

Guantánamo.
Me bajé del avión sacando fotos como si fuesen las últimas.
La ruta es como una cancha de fútbol por eso pico por las
puntas y nunca me quedo a aguantar en el medio.
Tuvimos suerte porque el contingente de soldados se iba des-
pués de pasar un año en la isla y que el general se fuese con
ellos. Tomó coraje y nos subió a parte del crew: a las mujeres
que le gustaba, a los que estábamos con ellas y a su nostalgia;
fuimos a recorrer la isla en traffic.
Al principio fuimos a un buffet. Tengo que aclarar que la ma-
yoría de habitantes son militares y el resto presos; una leve mi-
noría son civiles que se encargan de atender las pocas tiendas
que existen. Ningún cubano: sí puertorriqueños y jamaicanos.
En el buffet trabajaban tres personas. El recepcionista, ade-
más de ser cajero, lavaba los platos. Y los cocineros, dos, eran
también los mozos.
Después de Guantánamo fuimos a Seattle. Y luego del buffet
fuimos a la playa donde me encontré con un cartel que apunta-
ba a la vista de los que nadaban: “Siga que le falta poco. No se
va a rendir ahora cuando un agente está por ir a atraparlo’’.
En Seattle me di cuenta de que ya sabía algo que aprendí en
Kuwait. A los flight attendant no les gusta salir, porque pre-
fieren ahorrar o ser aburridos. Y si salen quieren estar seguros
de ponerte condiciones que ellos manejen (volvemos en taxi,
no llegaremos muy tarde, comeremos en tal restaurante).
Dentro del avión todos parecen muy seguros de buscarte
errores. Dentro del hotel actúan de la misma manera. Pero
fuera se sienten desprotegidos, e intentan disfrazar la insegu-
ridad con control. Dignos de evitar. A escapar.
Los americanos siempre piensan en comer. Siempre que salen
comen. Si van a tomar algo tiene que haber comida en un
plato.

Con respecto a Guantánamo creo que vi sólo dos mujeres.
Las dos muy alegres. Sería por la falta de competencia y por
el amplio mercado al que dedicar sus carreras
Encuentra más fragmentos en el blog del libro http://creoquenose.blogspot.com/
Escrito por:

2 comentarios:

Déborah F. Muñoz dijo...

parece muy interesante, y poco visto

El Subrayador dijo...

¡Vaya sorpresa más agradable! En mi blog hice una reseña hace poquito de "Nada que no sabías" y es que fue para mí como un soplo de aire fresco dentro del mundo literario de hoy en día. Me produjo un poco de shock en las primeras páginas porque es diferente a todo lo que había leido: dice muchas verdades incómodas y a la vez juega con la invención, el humor y el sarcasmo.
Muy muy muy recomendable, y sobre muy original en las formas.

http://elsubrayador.blogspot.com/2011/08/hoy-de-nuevo-me-centro-en-un-muy.html

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